Del que se maneja escasa información, pero no por eso podemos decir que no suceda muy frecuentemente y de manera imperceptible en la mayoría de los casos. Suele comenzar con el manejo de la culpa, el abusador trata de controlar a su víctima manipulando su percepción de la realidad el objetivo es conseguir que la persona afectada dude de si misma, de su criterio. Para ello se utilizara la mentira y la exageración para debilitar la personalidad del agredido y ponerle a la defensiva, se le menosprecia, humilla y se le describe con características injustas, exageradas o incluso que la persona ni siquiera posee.
Una vez la persona afectada se encuentra lo suficientemente confundida y debilitada, se inicia la etapa de la repetición, el agresor en su empeño por dominar la relación continua repitiendo falsedades para llevar a su víctima a un estado de desgaste, si a la persona afectada se le ocurre sacar el valor de llevar la contraria y se opone a ser atacada, es cuando se intensifica la disputa; mas ataques, mas culpa, mas negaciones y frases del estilo: “siempre crees tener la razón”, “estas loc@“, “por eso nadie te soporta”, “eres intransigente”, “que rebelde eres, es a tu manera o no hay manera”, así llevando a la víctima a pensar que es quien esta atropellando al abusador. Cabe destacar que las personas afectadas por este tipo de abuso, suelen ser personas empáticas, que buscan armonía aun al costo de su paz, de lo cual el abusador se aprovecha y saca ventaja..